miércoles, 9 de enero de 2013

Aceptemos la importancia del cuerpo físico




Estamos transitando el principio de una nueva era en la que es más importante que nunca comprender que el cuerpo físico es de suma importancia hacia el despertar de la conciencia.

A través de él podemos manifestar nuestro estado mental, emocional y energético, por lo tanto, es muy importante mantenerlo limpio y en forma para que los diferentes  cuerpos dancen en armonía.  

Una persona feliz es fácil de percibir a través de su cuerpo físico, pues es el primer plano expresado en la dimensión en la que estamos viviendo. Más allá del cuerpo podremos, si prestamos atención, percibir dicha felicidad en sus otros cuerpos, debido a que todos ellos danzan unidos.  

Todos hemos vivido la sensación que nos queda cuando hacemos algo sin desear hacerlo, cuando tratamos de engañarnos diciendo que nos sentimos bien a pesar de no ser así o cuando evitamos enfrentarnos a algo que nos demanda energía desplazando nuestra atención. En todos estos casos, el cuerpo físico manifiesta dicho bloqueo de una forma u otra, por ejemplo, a través de una enfermedad de la piel, de una depresión o de cualquier otra enfermedad conocida.  

Nuestra relación con el medio en el que vivimos comienza con nuestro cuerpo físico y se va trasladando a los demás de una forma instantánea, terminando por ser una danza constante que viene teñida de sensaciones que nos transmiten las experiencias que vivimos.  

El cuerpo físico es el primer cuerpo sobre el que tenemos que trabajar comprendiendo como funciona, pues, en cuanto comenzamos a mejorar nuestra comunicación con él, comenzamos a conectar con mucha más intensidad con los demás.

Preguntémonos cómo nos sentimos y observemos el cuerpo para ver como expresa dicha sensación de forma espontánea. Podemos tratar de engañarnos pero el cuerpo desnuda nuestra alma instantáneamente.

De ahí la eficacia de tener una serie de prácticas personales que nos ayuden a estar en armonía con el cuerpo. Cuando uno añade a su forma de vivir hábitos saludables y armonizadores que estén estrechamente dirigidos al bien del cuerpo, nuestra vida comienza a mejorar.

Somos agua, tierra, fuego, aire y espacio y dichos elementos tenemos que mantenerlos en armonía para nuestro bienestar. Parece ser que venimos al mundo con una relación base de estos elementos, los cuales, tenemos que mantener en armonía para que nuestro cuerpo físico esté bien. Las diferentes sensaciones que vamos viviendo durante el día afectan a dicho equilibrio.  Por ejemplo, la ira eleva el fuego, la depresión aumenta la tierra, la hiperactividad genera viento y así hasta cientos de sensaciones con las que vamos a ir caminando durante nuestra vida.

Es importante tener una práctica personal que nos permita ser conscientes de la sensación que estamos trabajando en cada instante, pues, de no equilibrar dicha sensación podríamos estar entrando en un desequilibrio que más tarde el cuerpo sufre y manifiesta en forma de enfermedad.

El yoga es un arte muy completo que trabaja todos y cada uno de los cuerpos, sin descartar ninguno de ellos, comenzando con el primero, el cuerpo físico. Las diferentes etapas de la práctica nos invitan a transitar el conocimiento sobre nosotros mismos desde el cuerpo físico, hasta el cuerpo mental, emocional y energético.

Recordemos lo importante que es admitir que nuestro cuerpo físico es el puente hacia los demás cuerpos, siendo el primer y más rápido de percibir en la dimensión material en la que nos encontramos. Por eso es tan importante prestarle atención, darle lo que necesita y mantenerlo sano para poder elevar nuestra energía hacia plano espirituales, elevados y lleno de luz.

El cuerpo físico es el puente a través del cual podemos despertar del sueño en el que la mente nos invita a estar. A través de su conocimiento podemos elevar nuestro poder personal, nuestras virtudes y potencialidades.

Alimenta, observa y proyecta tu cuerpo físico de una forma consciente, responsable y despierta.

Un abrazo de  luz.