Vivimos en una cultura donde el
cambio de hábitos alimenticios y la baja calidad de los alimentos que aportamos
a nuestra dieta fomentan la enfermedad y una de las formas en las que se
manifiesta es en la del conocido "sobrepeso".
No cabe duda de que una cierta
cantidad de grasa es necesaria y hasta saludable, ya que es una fuente de
reserva energética, además de una protección contra los cambios climáticos,
pero un exceso de grasa termina siendo un problema para la salud.
Pero, ¿qué ocurre cuando
comenzamos a acumular demasiada grasa? El exceso de grasa es un síntoma de que
en nuestra vida hay demasiada tierra, demasiada depresión, demasiada baja
energía, demasiada pereza, demasiado estancamiento.
Antes de ir al origen de
nuestro exceso de grasa, lo primero que tendremos que hacer es reconocer que dicho
exceso de grasa nos impide estar bien a nivel físico y mental. Desde ahí
podemos ir al origen.
Antes de
abordar el problema voy a decir algo que debe ser comprendido con mucha
profundidad:
“Las personas que tienen en su naturaleza la tendencia a engordar, la van a conservar durante toda la vida, ya que es parte de su naturaleza vital”
“Las personas que tienen en su naturaleza la tendencia a engordar, la van a conservar durante toda la vida, ya que es parte de su naturaleza vital”
Esto quiere decir que, pase lo
que pase, su cuerpo tendrá más facilidad que otros para engordar. Ahora bien,
una vez que comprendes que es tu naturaleza puedes incluir en tu vida una
forma sabia de relacionarte con ella para crear salud y una vida
saludable. La grasa al final no es un problema, es el exceso. Repito, la
grasa en la cantidad razonable es síntoma de salud.
La práctica de yoga te permite
elevar tu capacidad de ser más consciente de todo lo que piensas, hablas y
haces, pudiendo, de esta forma, controlar nuestras tendencias vitales. A través
de la práctica de yoga podemos llegar a ser mucho más conscientes de nuestra
naturaleza vital concreta y así comunicarnos con ella con más fluidez,
flexibilidad, pero también, con más control y eficacia.
La personas con sobrepeso,
tenderá a la pereza, el picoteo entre comidas, los alimentos dulces, además de
pensamientos depresivos, de baja autoestima, sin olvidar incluir hábitos
sedentarios y conductas que, al final, sobrecargan nuestro ya sistema vital
lento y pesado.
En muchas ocasiones, las personas con tendencia al sobrepeso, caen el
lado opuesto, el exceso de actividad, como una forma de huir de su naturaleza,
provocando con ello, además de sobrepeso, un aporte gratuito de estrés.
Una vez que somos conscientes de
que nuestra naturaleza vital cuenta con esa tendencia, podemos ir a poner en
juego nuestra táctica para equilibrarla y esto tendremos que tenerlo en cuenta
mientras existamos en el cuerpo en el que habitamos.
Generalmente queremos tener
salud, como es normal, y ser felices, pero, nos cuesta demasiado tomar las
decisiones oportunas y acompañarlas con la acción pertinente. Si deseas cortar
el suministro de grasa y comenzar a perder el exceso de la que ya tienes,
tendrás que hacer un gran esfuerzo, sacrificio y algún que otro cambio en tu
vida. Pero, si lo que deseas es tener control sobre tu naturaleza, tendrás que,
además de hacer dichos cambios, mantenerlos durante tu vida.
A continuación te
voy sugerir una serie de consejos, que, aunque no tienen por que solucionar tu
situación, podrían evitar que vaya a más y así darte un poco de oxigeno para
tomar otra serie de decisiones, ya con un experto, en lo que respecta a ordenar
tu vida y hacer de ella una experiencia saludable:
- Para empezar, comienza a hacer yoga. Para las personas que tienen sobrepeso, las tardes es el tiempo donde la pereza y la pesadez son más fuertes, por lo que puede ser su elección, aunque se puede realizar igualmente por las mañanas temprano, tiempo en el que tendremos que superar la pesadez con la que solemos levantarnos.
- Comienza a evitar alimentos grasos, pesados y come menos cantidad y a las horas en las que tu cuerpo puede dirigirlos bien. Come sólo cuando tengas hambre y reduce los alimentos refinados y dulces. Añade un poco de sabor picante a tus comidas, esto te permitirá elevar el fuego digestivo para acelerar el proceso de gestión de las grasas que ya tienes acumuladas.
- Comienza a añadir hábitos mentales que te inviten a elevar tu energía corporal, como son pensamientos que te ayuden a tomar iniciativas físicas más activas. “Si deseo convivir con mi tendencia a acumular grasas, debo ser más activo físicamente manteniendo un equilibrio” esto te invitará a aplicar actividades que requieran un aporte energético mayor, como yoga con asanas de fuerza, correr, bici, o algún deporte de grupo. “Si comprendo que mi tendencia mental es a lo estático, debo comenzar a añadir hábitos más dinámicos en mi vida, con los que poder satisfacerme de mi mayor grasa y aporte energético”. Esto, de alguna forma, te ayudará a aplicar más dinamismo en todo lo que hasta ahora haces, más actividad física que puedas añadir a tus hábitos diarios, manteniendo siempre un equilibrio para no entrar en el exceso de actividad que he comentado antes en la posible tendencia opuesta de las personas con sobrepeso. Como ejemplo, alguien que tome las escaleras mecánicas en el metro, podría empezar a subirlas a píe, o hacer unos estiramientos en vez de apalancarse enfrente del ordenador para jugar un juego de guerra.
- Comienza a añadir el hábito de observar la tendencia a emociones negativas, depresivas, de baja autoestima, dándote el poder de, observarlas de forma neutral, como el “anciano que vigila al niño que juega”, rodándole así su poder sobre ti y concediéndote el poder, por lo tanto, de desarrollar una nueva forma de gestionar las emociones, las cuales, son en gran medida las que nos invitan a sabotear nuestros planes de comidas, nuestras necesidades reales de alimentos (los dulces son una forma de castigarnos). Las emociones se llegan a canalizar cuando son observadas hasta el punto de permitir que dejen de tener poder sobre nosotros.
Espero que el artículo haya sido de tu agrado y te haya aportado algo útil.
Un abrazo inmenso.