Muchos de los que nos dedicamos a
guiar a personas en la práctica de yoga, nos hemos encontrado con la escena de
alguien que se sienta en el suelo y al tratar de estirar las piernas juntas
hacia delante, tiene que llevarse rápidamente las manos detrás de la espalda
para impedir que su cuerpo se desplome en el suelo.
O mejor aún, a lo mejor es
tu propio caso.
Una de las razones por las que no
podemos estar sentados en el suelo son los hábitos occidentales que hemos
adquirido de sentarnos en una silla apoyando la espalda en el respaldo. Esto,
de una forma u otra, ha ido debilitando los músculos de la cadera y
estabilizadores de la espalda impidiéndonos “por nuestra propia voluntad” permanecer
con la espalda vertical cuando nos sentamos sin un respaldo, en el suelo.
Pero, ¿qué ocurre cuando tratamos
de ir hacia delante a “cogernos la punta de los pies? Pues, que además de que
nuestros músculos están deshabituados a obedecer la orden de “chicos a trabajar
tirando para adelante” nuestros isquiotibiales están rígidos y mal acostumbrados,
tensos e incluso, por exceso de actividad, como una piedra.
Asanas para estirarlos:
Asanas para fortalecerlos:
Ahora sólo queda que nos
pongamos a trabajar todos los días un poco para ver su progresión. El cuerpo,
aunque temporal, puede funcionar en mejores condiciones de lo que creemos,
sobre todo si lo cuidamos un poco todos los días.
Un abrazo inmenso.